Mi madre entró corriendo a la cocina al ver aquella nube de humo oscuro. Cuando abrió el horno, y vio el bizcocho, me miró y me dijo: "No pasa nada cariño, estas cosas suelen ocurrir, pero realizando más te irán saliendo".
Al día siguiente, iba montada en el coche con mi madre, cuando observamos que habían abierto un local nuevo de repostería. ¡Nos quedamos sorprendidas!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario